Cual ave fénix...

Terribles avatares económicos y de salud me han mantenido imposibilitada de actualizar mi tan querido blog, pero ya estoy de vuelta. Debo reconocer que en tiempos de cama y dolor pensé que la literatura fluiría por mis venas y llegaría a mi como el poder de Grayskull y she-ra (o la princesa Adora) sería una alpargata vieja a mi lado. Y entre quejas y suspiros, una parte maquiavélica de mi, pensaba “tiembla Kafka, tiembla” pues el tormento parece liderar las ligas mayores de la inspiración. Pero nada de ello. Me las vi todas en la televisión abierta, desde “Tribunal Oral” hasta “Papi Ricky” mientras que los libros se convirtieron en excelentes somníferos. El TV cable brilló por su ausencia, la inspiración se negaba a entrar en mi cuarto y mis únicas preocupaciones eran tan mundanas como el almuerzo de mis pequeños y el cerro de loza sucia que se rehusaba terminantemente al sometimiento del lava lozas. Gracias al hombre que me quita el sueño pude recibir los amables comentarios de quienes aun osaban visitar este inamovible espacio por casi un mes y los agradezco profundamente. Por lo pronto aviso que sigo con vida y que continuaré molestando con el “por favor lee esto”