Despecho

lunes, 28 de mayo de 2007


Juana de Ibarbourou

¡Ah que estoy cansada! Me he reído tanto
Tanto, que a mis ojos ha asomado el llanto;
Tanto, que este rictus que contrae mi boca
Es un rastro extraño de mi risa loca.

Tanto, que esta intensa palidez que tengo
(Como en los retratos de viejo abolengo)
Es por la fatiga de la loca risa
Que en todos mis nervios su sopor desliza

¡Ah, que estoy cansada! Dejadme que duerma,
Pues, como la angustia, la alegría enferma.
¡Qué rara ocurrencia decir que estoy triste!
¿Cuándo más alegre que ahora me viste?

¡Mentira! No tengo ni dudas, ni celos,
Ni inquietud, ni angustias, ni penas, ni anhelos.
Si brilla en mis ojos la humedad del llanto
Es por el esfuerzo de reírme tanto.






Consideraciones volátiles

miércoles, 16 de mayo de 2007




Fumar.

Fumar por placer, por nervios, por frío.

Fumar para conversar, para beber un trago, para despertar.

Fumar por fumar es un dilema, fumar cuando no hay plata es un dilema, sólo fumar.

Fumar, hoy en día, sigue siendo lo mismo que fumar hace diez años: simplemente fumar. Honestamente creo que hay vicios peores. Decir por ejemplo “voy a salir para afuera” o “¿qué hacímos?”

Definitivamente el mal gusto. La ignorancia. Las sectas dominicales matutinas y la contaminación auditiva agregada son mucho peores que fumar.

Ciertos programas de farándula y la propagación masiva de tonteras, definitivamente son peores que fumar.

Solo por hoy, no hablaré de la cuarta.

Podría asegurar que un legislador de la república y wikipedia juntos son más nocivos que el humo del tabaco.

Podría asegurar que hay más fumadores sin cáncer de lo que sea que fotos sensacionalistas en cajetillas de 20.

No pretendo caer en la necedad de defender la nicotina o el tabaco. Quemar dinero es suficiente estupidez. Únicamente manifestar descontento por las vulneraciones cotidianas que parecen ser menos importantes que el humo de un cigarrillo. Vulneraciones mucho menos volátiles, por cierto, con mucha más trascendencia.

Sensibilidad intelectual

lunes, 14 de mayo de 2007


Nadie dijo nunca que sería fácil trabajar con escritores... la carencia de glamour me abruma demasiado. Muy académicos, muy vulgares, muy psicólogos, docentes, amigos; persiguiendo hasta en la nada los fantasmas de sus pensamientos; una sintaxis demasiado omisa o extremadamente torturada; no existen, ya no quieren ser poetas, sólo juegan con ritmos (en el mejor de los casos) y relaciones hechas a propósito para seducir la sensibilidad intelectual y rogar por aparecer en las elecciones afectivas. Seguramente decir más tarde que el medio es tremendamente snob y terminar una lectura mencionando el cuestionamiento perenne del por qué de publicar. Regalar los libros mientras se piensa en la condenada editorial que no hizo de ellos el cumplimiento de la promesa de ser el mejor escritor vivo de menos de X decenas de años.
No estimados y queridísimos amigos, no he errado las peticiones, nada ha sido azaroso, salvo el post ya eliminado.
La poesía no está en la voluntad de hacer sonar las palabras, sino, como dijo Buffon, en “imponer al pensamiento orden y movimiento, en someterlo a una razón superior”, en ser oráculo, en ser un hombre montaña encadenado a un lirio y no un jilguero esposado a una maleza que da pelusas, creciendo a los pies de un grifo, todo meado por los perros.
Los he visto leer y he leído sus libros por separado, me he cansado de observarlos, de verles brillar los ojos, de defender los versos a los que no les hacen justicia, de quemarme las pestañas y las manos viendo sueños de los que más tarde reniegan con desdén.
Yo vivo de y con ustedes, entre ustedes, para ustedes. Los conozco y me conocen... los que aun no me conocen habrán de conocerme y pasarán por mi lado sin saberlo, y me volverán a preguntar si habré equivocado el número o la dirección... volverán a excusarse por ser medianamente desagradables cuando sé que podrían haber sido mucho peor.
REGLA DE ORO POR EXCELENCIA: no hay que subestimar al lector.

Mis disculpas

domingo, 13 de mayo de 2007

En mantención...

¿Por qué?



Sin fines literarios, sin fines artísticos, sin fines comerciales, ni morales, ni políticos... sin fines afectivos.
La carencia de amigos me ha llevado a esta locura. Exponer mi intimidad y “pensamientos”, mi trabajo, mi vida entera, la de mis hijos y esposo, sin la necesidad de la reciprocidad que conllevan las relaciones interpersonales, sin obligaciones, sin envidia y sin respuesta. Quizás, con más pretensiones que las de un diario de vida, no lo niego, pues estos objetos requieren de soledad, de secreto, de silencio y es eso lo que precisamente no quiero. Estoy cansada de callar a cada instante y en cada cosa, cansada de llorar a solas y de reír tras la puerta, tras el umbral de los dientes, por respeto, por protocolo, por discreción, por lo que sea.
Quiero ojos que no digan nada, quiero voces anónimas para no sentir obligaciones morales de hacer o no frente a determinadas situaciones, no quiero más proyección, no quiero ver a mi madre en mis amigas, ni a mi padre en el psicólogo, no quiero ver dobles intenciones en las miradas de los concejos, no quiero dobles lecturas de mis palabras, no quiero herir susceptibilidades, no quiero parcelar las historias o mis opiniones porque van a herir a quien me oye, lo único que quiero es ser, al menos en esta instancia, total y completamente honesta conmigo, y pretendo que quien me lea, sepa realmente lo que piensa una persona “sin censura”. Algo así como la casa de vidrio... supongo que algo de curiosidad despierta el que hacer de otra persona aunque nosotros comamos y caguemos igual que todo el mundo.
Supongo que de eso se trata la vida, de jugar a cualquier cosa poniendo cara de póquer y suponiendo que el resto te pone atención. Por lo pronto, ya me cansé de jugar, pero tengo que seguir haciéndolo o me quedo sin trabajo y sin familia... para qué mencionar las amistades...

Uno se imagina que el príncipe azul no tiene olor a pata
Uno cree que todo el mundo solidariza con nosotros y nos comprende
Uno supone que los hijos van a ser los angelitos más bellos de la tierra
Uno se considera tan loco, osado u original mientras no sepamos que siempre hay alguien que nos supera
Uno quiere a las personas mientras no sabemos realmente lo que piensan de nosotros.

“Mi peor temor es que me miren a mi como yo los veo a ustedes”

Eso es todo.