Canutos

jueves, 20 de marzo de 2008


Este posteo es, más que nada, una reflexión.

La primera vez que oí el término “canuto” para referirse a los evangélicos me dio uno de aquellos ataques de risa, que la gente más cercana a mi conoce. Esa risa con hipo y peitos que dura, por lo menos, entre 10 a 25 minutos. No podía concebir que una religión se llamara como los fideos. Entiéndase que me enteré de aquello cuando era pequeña… edad en la que se suelen considerar hilarantes ese tipo de cosas.

Mi mejor amiga del liceo era evangélica (y digo “era”, precisamente porque dejé de verla luego de salir de cuarto medio y nunca más volví a saber de ella, por lo tanto, no tengo la menor idea en qué parada está hoy) y, en varias ocasiones tuvimos grandes discusiones teológicas, pues en la época, era yo una católica ferviente, pechoña hasta el carajo. Pero nunca pudimos hablar más de dos minutos de un solo tema, antes de que me emputeciera por su falta de claridad en los argumentos. Y es que nunca pude comprender por qué mierda se autodenominan “cristianos”. Soy cristiano… qué clase de autoproclamación es esa? … los católicos NO SON CRISTIANOS????? Son acaso los únicos cristianos del planeta???? O quizás, los evangélicos son “cristianos por excelencia????

Sigo sin entender… no puedo concebir aquello sin sulfurarme.

Por favor. Si alguien tiene una explicación coherente, le rugo me deje un comentario.

Ya me emputecí de nuevo.

Gracias.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Rosario:

Lo que sucede es que los Canutos no saben que no saben. Me eplico: si fuera un partido de fútbol los canutos serían la hinchada, nada más, no pueden meter goles, no pueden atajar, a lo más pueden llorar y gritar con la esperanza de que algo pase y creen, de pronto, que si el equipo pierde es culpa suya, por no haver gritado más, que se yo...Son la hinchada que me va quedando para no aburrirme...los católicos son tan ceremoniosos, tu sabes.

Yo la verdad no creo en ellos, pero no puedo negar que con tanta chimuchina que meten los domingos igual me entretienen, por eso aún los mantengo. Más por la fiestoca que por los ruegos y las velatones.
Son, por decirlo de alguna manera, mi placer culpable... jejejeje...así que discúlpame mi querida Rosario pero como tu sabes, la cosa está cada vez peor y uno, por muy Dios que sea, tiene que velar por intereses del show business celestial.

Me despido por ahora y te aconsejo que vuelvas a la iglesia para acceder al cielo, mira que esto de los blogs apenas y traspasa la estratósfera, no tiene mucho vuelo. Si no fuera por que tengo una conexión de miedo ni te leo.

Estamos al rezo

Un soplido

Dios

Unknown dijo...

Los Evangélicos se consideran "Cristianos" por suponer que los católicos han corrompido la doctrina de los evangelios, a estos los que llaman en estricto rigor "Romanos". Cuando la reforma protestante y la pugna entre estos y los católicos por ganarse la adhesión definitiva de Erasmo de Roterdam que era más bien un humanista las tensines llegaron a su climax con las matanzas, muchas veces de campesinos, propiciadas por ambos bandos. La Iglesia los excomulga y ellos a su vez deciden de suyo propio dejar "Sodoma" para atenerse al nuevo credo que consideraron la "Verdadera Religión", osea el verdadero cristianismo. No sólo el no reconocimiento del Papado como cabeza de la cristiandad y otras miscucuias dogmáticas de menor cuantía los autodefinió como cristiano, sino la forma de interpretar las escrituras. Y ése es el puto álgido de la discusión, mientras la Iglesia Católica propugna la lectura de la biblia como sometida a la interpretación pastoral, osea de las directrices dadas por los Obispos, para los evangélicos o "Canutos" (es por un apellido de un gringo pastor muy famoso lustroa atrás)las escrituras son interpretadas desde la inpiración personal que da a cada quien el Espíritu Santo. Tu te pregutarás cómo diablos hacen para llegar a consenso, bueh! he ahí lo ilusorio, pués en definitiva ellos de todas formas están atenidops a cánones de interpretación dictados, no siempre con claridad, desde sus púlpitos. Pero sería en definitiva esta forma de asimilación de las escrituras las que les daría el derecho de autoarrogarse, a despecho de otras religiones la denomonación de "Cristianos". Eso no es nada, si supieras las cosas que dicen los Mormones! Son para cómics de ciencia ficción. Saludos, Mauricio Arce.

Quiltro dijo...

Es interesante. Llego a dos conclusiones sorprendentes sobre Dios:
1. Dios tiene mala ortografía
2. Dios, al igual que los políticos, usa la pregunta para responder lo que le dé la gana, sin importar si tiene alguna relación con ella.

Quiltro dijo...

Quizás sería más recomendable ir directamente a preguntarle a Cristo

Anónimo dijo...

Por favor, usa los signos ortográficos como son:

¡ y ! ¿ y ?

¡Se abren y cierran!! los sajones solo los cierran, ¡EN CASTELLANO, NOOOOOOOO!!!

†Crux-εEt-ΩGladius. dijo...

Juan Bautista Canut de Bon (1846 - 1896)

"Juan Bautista Canut nació en España, en la provincia de Cataluña o Valencia, el 1º de octubre de 1846. A los 18 años , entró en una casa de formación de los jesuitas en Balaguer, cerca de Lérida. Aspiraba a ser un "hermano coadjutor", y no un sacerdote. Esta condición de "lego" indica también que su status social debió ser humilde, lo cual no habría excluido de ninguna manera la posibilidad de que
fuera sacerdote.

Terminados los dos años de formación y emitidos los votos religiosos, sus superiores lo destinaron al colegio de Tortosa, a cargo del taller de sastrería. Son los años de la Guerra Carlista, en que muchos religiosos debieron emigrar. Después de una corta estadía en Francia, en 1870 fue enviado a Chile. Destinado a Valparaíso, permaneció allí muy poco tiempo. Se retiró de la Compañía en 1871, no porque hubiera perdido su fe católica, sino simplemente porque deseaba estudiar, y allí no tenía posibilidades de hacerlo.

Se quedó en Chile, recorrió diversas ciudades, y en 1872 se casó en Los Andes con la señorita Virginia Robles Aguilar. De ese matrimonio nacieron tres hijos. Nada se sabe de su vida espiritual en esos años. En todo caso, en 1880 toma contacto con los presbiterianos en Concepción, se incorpora a esa Iglesia y llega a ser ayudante de los hermanos Roberto y Eneas McLean, que eran los encargados de ese distrito. No dejó mayores huellas y en 1882 se retiró de los presbiterianos y se fue a Curicó. En 1884 solicitó en la parroquia de Curicó su readmisión a la Iglesia Católica. Los documentos pueden leerse en el libro del P. Vergara. Pero tampoco perseveró como católico.

Parece que conoció personalmente al obispo Taylor en alguno de sus dos viajes. En todo caso, hacia 1888 aparece vinculado al metodismo, justamente cuando en Coquimbo y La Serena se quería introducir los servicios en castellano. Canut mientras tanto, regentaba una pequeña escuela en Santiago y practicaba la medicina homeopática. Quizás de aquí le viene el título de doctor que a veces se le da. En el año 1890 fue designado Canut para trabajar en esa región. En 1893 se le
envía a Concepción, desde donde viaja a Traiguén, Angol, Los Angeles, Victoria y Temuco. En 1894 interrumpe por seis meses sus trabajos apostólicos para estudiar, y después de un brillante examen ante una comisión, fue ungido pastor, y le asignaron la ciudad de Temuco. En 1896 debe trasladarse a Santiago por motivos de salud y muere en esa ciudad el 9 de Noviembre de 1896, a los cincuenta años de edad, la mitad de los cuales los había pasado en Chile. ¿Cuál es el significado de su personalidad?

No puede dudarse de que se trataba de un predicador excepcional. No solamente conocía el idioma - lo cual le daba una enorme ventaja sobre los misioneros norteamericanos -, sino que llegaba al corazón del pueblo y arrancaba verdaderas conversiones. También encontraba mucha resistencia, lo cual se explica, no só1o por el cerrado catolicismo de la época, sino además por sus ácidos ataques a la Iglesia Católica. Quizás esto provenía de un doble resentimiento. Los que salen de la Iglesia Católica casi nunca tienen la ecuanimidad y limpieza de los que han nacido en el protestantismo. Por otra parte, quedó en él un resentimiento social e intelectual por lo que no pudo hacer en el catolicismo y sí en el protestantismo.

Verdadero orador popular, llevó el mensaje protestante por primera vez
a las masas, con el apasionamiento de un español, la tenacidad de un
catalán, ¿y por qué no decirlo también?, con la disciplina de un ex jesuita.
El impacto que produjo fue tan grande, no quizás en cifras estadísticas,
pero sí en la mentalidad popular. A partir de él, los protestantes
comenzaron a llamarse canutos, y se les sigue llamando así hasta el día de
hoy".

Ana Rosa Bustamante M. dijo...

se llaman cristianos por fanatismo, el fanático está convencido que son LA RAZÓN.

personalmente, no me preocupo lo que pasa allá arriba, habiendo tanto tangible, objetivo y lamentable y no tan lamentable que hacer en la tierra.