No me puede estar engañando. Tengo la más absoluta de las certezas, pues trabaja conmigo, no tiene club de Tobby, no sale con los amigos... es más, no tiene amigos. No sale a “jugar a la pelota”, estamos juntos las 24 horas la mayor cantidad de días al mes y sabe, perfectamente, que si quiere acostarse con otra mujer, bien puede hacerlo conmigo o sin mi, siempre y cuando me deje mirarlos.
Aun así, dijo que no, y ni siquiera me concede el beneficio de la duda del engaño y esto significa solo una cosa. El problema es conmigo o yo en mi más pura esencia. El to ti en einai de mi humilde persona dejó en algún momento de ser afrodisíaco a quien me quita el sueño. Lo peor de todo es que me calienta en grado sumo, aun después de todos estos años. Quizás por eso me atrapó. Dormí con varios antes que con él y la masturbación nocturna siempre superó a todos mis amantes. Para qué mencionar la matutina. Pero cuando lo conocí a él fue diferente. El sexo se transformó en una adicción y nunca he podido reemplazarlo con nada. Dos, tres dedos, cuellos de botellas, temperaturas diferentes, nada sirve completamente. Y es que hay orgasmos que no se superan y fantasías cumplidas que marcan. Él me marcó a fuego y con la peor de todas las brasas.
Es increíble soñar con él a diario, despertar hecha una sopa, abrir los ojos y verlo ahí. Abrazarlo es poco. Lo busco, lo toco, lo acoso, lo abuso y ¡Paf! Nació chocapic, y nuestros hijos.
Nacieron nuevos amaneceres que continúan sucediéndose año tras año.
Entonces dijo que no, y no hay recurso de amparo que me proteja ni llanto que lo compadezca.
Dijo que no.
¿Por qué no?
Aun así, dijo que no, y ni siquiera me concede el beneficio de la duda del engaño y esto significa solo una cosa. El problema es conmigo o yo en mi más pura esencia. El to ti en einai de mi humilde persona dejó en algún momento de ser afrodisíaco a quien me quita el sueño. Lo peor de todo es que me calienta en grado sumo, aun después de todos estos años. Quizás por eso me atrapó. Dormí con varios antes que con él y la masturbación nocturna siempre superó a todos mis amantes. Para qué mencionar la matutina. Pero cuando lo conocí a él fue diferente. El sexo se transformó en una adicción y nunca he podido reemplazarlo con nada. Dos, tres dedos, cuellos de botellas, temperaturas diferentes, nada sirve completamente. Y es que hay orgasmos que no se superan y fantasías cumplidas que marcan. Él me marcó a fuego y con la peor de todas las brasas.
Es increíble soñar con él a diario, despertar hecha una sopa, abrir los ojos y verlo ahí. Abrazarlo es poco. Lo busco, lo toco, lo acoso, lo abuso y ¡Paf! Nació chocapic, y nuestros hijos.
Nacieron nuevos amaneceres que continúan sucediéndose año tras año.
Entonces dijo que no, y no hay recurso de amparo que me proteja ni llanto que lo compadezca.
Dijo que no.
¿Por qué no?
1 comentarios:
guau. guau...
No me resulta comentar esto como si fuera un post, no hemos roto el hielo y no tenemos cerca a Baudelaire con una pistola, no sé como entrarle desde acá a una conversa que se debiera haber abierto con un par de litros de cerveza la mano. Pero al menos debo admitir que el tema me hace tilín.
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